Después de la paparruchada protagonizada por los impresentables Kunkel y Camaño, se hizo evidente el analísis político, socio - cultural, moral y psicológico en torno al asunto, por parte de todo el mundillo periodístico. Dentro del cual no pudieron faltar los queridos colegas quienes en su gran mayoría inmortalizaron el triste episodio siempre desde la perspectiva agresora, ¡con guantes de boxeo incluídos!. Es por ello que, a pedido de una reseña a publicarse este domingo en el periódico de Rafaela, he decidido no extender esta tendencia apológica hacia la figura dominante del agresor y al flagelo de la violencia, sino más bien todo lo contrario. Este es mi humilde aporte y mi reivindicación a 'Cachete colorado' Kunkel, 'Montonero y Kirchnerista' por oficio y beneficio de la primera hora. ¡Salud diputeado, que deshinche rápido ése pómulo y a seguir provocando!
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